Exposición “Me llamo Salvador”, del Museo de la Publicidad y la Propaganda UDP
Once personas, nacidas entre 1973 y 2023, que comparten el nombre del ex presidente Allende, también comparten testimonios sobre cómo les ha marcado llamarse así. En el año que se conmemora el aniversario 50 del golpe de Estado, el Museo de la Publicidad y la Propaganda de la Universidad Diego Portales inauguró la exposición “Me llamo Salvador”, a cargo de la académica de la Facultad de Comunicación y Letras UDP Florencia Doray en base al proyecto de investigación de la filósofa Paulina Morales.
El proyecto llegó al Museo a través de redes sociales, donde Morales comenzó su trabajo. “Nos pareció que se trataba de un proyecto que contenía una serie de historias muy potentes, que no habían sido abordadas hasta ahora y merecían una reflexión y difusión desde los grandes temas que desarrolla nuestro sitio. Sentimos que, en el contexto de la conmemoración de los cincuenta años del golpe de Estado, pensar en el nombre Salvador como una marca -un distintivo social que a la vez determina la trayectoria de vida- nos permitiría mirar nuestra historia reciente a partir de estos relatos en primera persona. Para este ejercicio, además, contamos con los aportes de nuestra profesora Cecilia Tapia y del periodista Mario Amorós, autor de ‘Allende. Biografía política, semblanza humana’”, explicó Doray.
“El proyecto ha recogido testimonios de personas que llevan el nombre del expresidente Allende. Decidimos elegir once de manera simbólica, asociando el número con esta fecha, porque el 11 también es una marca que determina a nuestros protagonistas. Hicimos una selección de adultos, jóvenes y niños, para lograr una mayor diversidad de experiencias”, agregó la docente UDP.
La investigación, aclara Morales, comenzó en abril de 2023 con la búsqueda de los primeros Salvadores. “No tenemos una fecha de término, pues seguimos recogiendo testimonios. No obstante, en este devenir el 11 de septiembre marcó un hito”. Mientras que el desarrollo de la exposición tomó dos meses y “lo hicimos en conjunto con dos estudiantes de la Escuela de Publicidad UDP, Benjamín Castañeda (dirección de arte) y Fendi Álvarez (ilustraciones)”, añadió Doray.
Sobre el proceso de investigación, Paulina Morales comentó que su búsqueda comenzó en su entorno familiar y de amistades más cercanos: “El boca a boca fue lo que primó en un inicio. Luego busqué Salvadores vía Facebook y ahí encontré varios. A todos ellos les enviaba un mail tipo contándoles de la investigación e invitándolos a participar. La mayoría aceptó y comenzaron a llegar los relatos. Paralelamente, creamos un Facebook y un Instagram del proyecto, luego un Twitter. A estas alturas ya se había sumado un diseñador gráfico (padre de un niño Salvador), quien le dio la imagen e identidad visual a las redes sociales. También fuimos contactando nuevos testimoniantes gracias a datos de los propios Salvadores entrevistados, en una especie de bola de nieve que operó permanentemente. Finalmente, fuimos entrevistados en el programa La Hora del Museo, de Radio Usach, lo que sin duda contribuyó a encontrar a nuevos Salvadores”.
“A cincuenta años del golpe de Estado, todavía hay miedo frente a la violencia política. Algunos de los entrevistados prefirieron no aparecer con sus apellidos o quisieron resguardar su imagen. Esta restricción se transformó en un desafío creativo, que resolvimos con la producción de una serie de ilustraciones diseñadas a partir de los mismos relatos. Estas imágenes, trabajadas en tonos pasteles por la estudiante Fendi Álvarez, reflejan el hecho de que se trata de historias de niños, que remiten a la infancia de sus protagonistas. Asimismo, para el tratamiento de los audios, algunos de los participantes autorizaron que otra persona de su misma edad leyera su testimonio para la exposición. Se produjo, de esta forma, un relato entrelazado construido con mucha emoción y memoria”, comentó Doray sobre los desafíos que tuvieron que enfrentar al trabajar en esta exposición.
Quienes compartieron sus testimonios han visto de forma positiva el trabajo final albergado en el Museo de la Publicidad y la Propaganda UDP: “Ha llamado la atención la ternura de este abordaje, como una mirada amable y necesaria, en días en que recordamos y revivimos la violencia de esos tiempos”, señaló Doray.
“En términos generales los comentarios recibidos fueron muy positivos. Valoraron especialmente lo novedoso del tema, el haber reparado en las vivencias de quienes llevan el mismo nombre que el ex Presidente Salvador Allende. El nombre parece algo tan cotidiano y pequeño, pero llamarse Salvador en el contexto de estos cincuenta años desde el golpe de Estado tiene una potencia enorme, no es cualquier nombre. Junto con ello, los entrevistados pusieron en valor el trabajo de rescate de memoria histórica que ha significado la investigación. Comentarios negativos no recibimos, pero quizás se deba a que quienes aceptaron participar lo hicieron genuinamente movidos por un respeto y/o admiración hacia la figura de Salvador Allende. Quienes declinaron participar probablemente tenían otra perspectiva al respecto, pero no lo supimos. En todo caso, fue mínimo el número de personas que, o bien no respondió nunca el mail de contacto, o bien respondió que no tenía tiempo para contestar las preguntas de la entrevista”, complementó Morales.