El Golpe de Estado fue un suceso dramático que marcó la vida de chilenas y chilenos, produjo la ruptura violenta de nuestra tradición democrática y trajo consigo una ola de crímenes y crueldades.
Ese día martes, se desencadenaron los preparativos organizados por integrantes de las tres ramas de las FFAA y Carabineros, en alianza con civiles. El Presidente Salvador Allende acudió al Palacio Presidencial, ya rodeado por el Ejército, y dio su último discurso, por radio, recordado hasta hoy. Hacia el medio día fue bombardeada La Moneda. Salvador Allende se suicidó poco más tarde. Una Junta Militar, conformada las FFAA y Carabineros tomó el poder, clausurando el Congreso, controlando la televisión, radio, prensa, y universidades, proscribiendo los partidos políticos e instalando estados de excepción constitucional. No hubo elecciones para presidente y congreso por 17 años. Se desató una represión sin precedentes contra los opositores. Las cifras son solo un reflejo frío de una realidad profundamente humana y dolorosa, pero permiten dimensionar el horror vivido por miles de compatriotas hasta el día de hoy.
Oficialmente se sabe que 40 mil 175 personas sufrieron torturas, prisión política, fueron ejecutadas por motivos políticos o hechas desaparecer. Otros cientos de miles fueron expulsadas del país o huyeron.
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