«Quimantú: 50 años de la revolución de los libros».
El 12 de febrero de 1971 se firmó el convenio por el cual el Estado compró la editorial Zig – Zag, la que se encontraba sumida en conflictos laborales y deudas. La información fue dada a conocer al día siguiente en la prensa y el Presidente Salvador Allende explicó la importancia de este hito cultural: «La firma del convenio que hace al Estado chileno, a través de la Corporación de Fomento de la Producción, dueño de una parte sustancial de los activos de la empresa Zig – Zag, y de algunas marcas de revistas, abre un nuevo capítulo en la evolución de la industria editorial chilena. En efecto, esta importante adquisición de equipos y locales será la base para la Editorial del Estado».
Ese fue el punto de partida de lo que sería una de las empresas culturales más importantes y significativas de nuestra historia, la Editorial Quimantú. Desde 1971 a 1973 la editorial se transformó en un puente cultural para los sectores de menores recursos de Chile. Su producción a bajo costo transformó a obras desconocidas en productos a los que trabajadores, niños, niñas y estudiantes de cualquier lugar podían acceder; con tirajes que alcanzaban entre 20.000 y 50.000 ejemplares e incluso más.
Entre sus publicaciones destacan colecciones de libros como Nosotros los chilenos, Quimantú para todos, Cuadernos de Educación Popular, Camino Abierto, Clásicos del Pensamiento Social, y Cuncuna, entre otras. Además, publicó revistas como la infantil Cabrochico (1971-1972); la revista juvenil Onda (1971-1973); Paloma (1972-1973), orientada a público femenino; La Quinta Rueda (1972-1973), revista cultural; Ahora (1971) y Mayoría (1971-1973), revistas informativas de contenido ideológico; La firme (1971-1973); o la revista de deportes Estadio (1941-1982).
La importancia de esta empresa editorial y su impacto en la cultural del país llevó a la Biblioteca Nacional a realizar la exposición llamada «Quimantú: 50 años de la revolución de los libros», realizada por la editora e investigadora, María Isabel Molina.
Paralelamente, se inaugura en la sala Premios Nobel, la muestra “La felicidad de Chile comienza por los niños”, centrada en el rol de la gráfica en la visibilización de nuevas imágenes de la infancia chilena entre 1970 y 1973, además de su papel en la difusión de políticas públicas que buscaban mejorar su situación.
La exhibición se centra en el trabajo de afichistas chilenos como Vicente y Antonio Larrea, Luis Albornoz, Waldo González y Mario Quiroz, además de publicaciones infantiles de Quimantú como La Firme y Cabrochico, fotografías de Armindo Cardoso, y publicidades y registros musicales de la época, piezas todas ellas pertenecientes a las colecciones de la Biblioteca Nacional.
Los invitamos el próximo viernes 22, a las 12 horas, en la Galería de Cristal y Sala Premios Nobel de la Biblioteca a la inauguración de estas exposiciones que nos llevarán a recordar algunos de los interesantes trabajos de la Editorial Quimantú, y también a profundizar en la historia de una iniciativa que enriqueció la vida cultural del país.